antes bien las tentaciones le asaltarán nuevamente y con más violencia. Más fácilmente vencerás poco á poco, con paciencia y constancia (mediante el favor divino), que obrando con obstinación y dureza. Toma á menudo consejo en la tentación, y no trates con aspereza al que está tentado; antes procura consolarle como desearías que á tí te consolasen. 5. El origen de todas las tentaciones es la inconstancia de ánimo y la poca confianza en Dios. Pues cual nave sin timón, impelida de una á otra parte
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